10 objetos que no pueden faltar de viaje
No necesitas una casa llena de cosas para vivir mejor. Necesitas unas pocas que te acompañen bien. Hoy te voy a contar los 10 objetos que siempre llevo conmigo. No porque estén de moda, sino porque me han hecho la vida más fácil, más ligera o más consciente. Y lo mejor: todos caben en una mochila.
Kindle
Antes me pasaba media hora decidiendo qué libro meter en la maleta. Ahora llevo 300 encima y no pesan ni 200 gramos. El Kindle me ha salvado vuelos, noches sin dormir, y días en los lo único que me calmaba era leer. Lo uso cada semana. A veces para aprender algo nuevo, otras solo para olvidarme del mundo un rato.
Libreta
No es por postureo. Es porque funciona. Cuando viajo, anoto cosas. Cuando tengo ideas para vídeos, también. Cuando estoy en medio de un duelo o de una subida emocional, escribir me aterriza. Me ayuda a ordenar mis ideas. He llenado ya más de 10. No las volvería a leer, pero me han ayudado a no explotar.
Cargador solar portátil
Si trabajas con el móvil o grabas contenido, no hay peor sensación que estar en medio del desierto o en un tren de 17h en Vietnam… y quedarte sin batería. Este cacharro me ha salvado la vida en Filipinas, en Namibia, en Uganda, etc. No pesa, se carga con el sol, y puede cargar varias cosas a la vez. No pido más.
Navaja suiza
¿Que si la uso? Más de lo que pensaba. Para cortar fruta en la calle. Para abrir una cerveza o una botella de vino. Para arreglar una cuerda. Incluso una vez para salvar a un animal enredado en una red de pesca. Si eres viajero aventurero, es imprescindible tenerla a mano. Es útil. Punto.
Adaptador universal
Un clásico, pero la de veces que he visto a gente sin batería porque no traía uno. Elige uno con varias entradas USB y lo petas. Revisa el tipo de enchufe del país al que viajas, pero la verdad que hoy en día hay adaptadores potentes con varias clavijas que valen para casi todos los países del mundo.
Bolsa para ropa sucia
Nadie quiere abrir su mochila después de varios ideas y encontrarse con un caos de ropa usada vs limpia. Mete la ropa usada en una bolsa (con buen cierre) y mantén el resto fresco. Así al encontrar una lavandería. les entregas la bolsa directamente. Es una tontería que marca la diferencia.
Almohada para el cuello
Es ligera, cabe en cualquier parte, y te salva en vuelos, buses, trenes y esperas eternas. La hinchas en 3 soplidos y a dormir. Lo bueno es que se hincha y deshinca, por lo que no te ocupad espacio. Es menos cómoda, pero hace su función. La he utilizado incluso en alojamientos mediocres o de acampada y te ayuda a pasar la noche.
Organizador de ropa
Doblas, metes, cierras. Así no acabas revolviendo toda la mochila buscando unos calzoncillos. Te juro que cuando empiezas a usar uno de estos, no hay vuelta atrás. Consejo extra: guárdalo todo siempre en el mismo sitio, no lo vayas moviendo según te de. Así serás más eficiente a la hora de encontrar lo que buscas.
Toalla de microfibra
No ocupa nada, seca en 15 minutos y no huele a muerto como las otras (la mayoría sí, esta aguanta un poco más). Y sí, sirve para playa, ducha, montaña y picnic improvisado. Te duchas, la usas y no tienes que esperar una eternidad a que se seque. En nada puede estar de vuelta en la mochila.
Tarjeta ESIM
Que gusto da aterrizar y activar tu Internet al momento. Puedes avisar a tu gente de que has llegado bien o al hotel de que estás de camino. Activas con la app y listo. Sin buscar SIM local ni regatear después de un vuelo larguísimo. Te dejo un descuento con HolaFly, la ESIM que uso cuando viajo y me va de lujo.